20 DE ABRIL DE 2010. ROTUNDIDAD DE JULI Y MANZANARES.


La corrida de Torrealta de esta tarde tiene varias lecturas con algunas matizaciones. Eran toros que sobre el papel son preferidos por las figuras porque sus embestidas en general son como la tonta del bote. En realidad y para bien, su juego no ha sido exactamente así, aunque alguno de ellos sí que han sido para olvidar. Toros bajos, excepto el sexto, con hechuras para embestir, limitados de caja y con defensas justas salvo el tercero que no tenía cara. El segundo y tercero bajaban bastante pareciendo más novilletes que otra cosa. El resto dentro de su tipo estaban rematados. Respecto al comportamiento hay mucho que decir, pues el cuarto y quinto no fueron toros domésticos al estilo de hoy. Al tener sus dificultades adquiere valor la labor de su matador y afortunadamente así fue.
Juli estuvo frio en su primero. Requería “enfadarse” con el toro y que el torero pusiera la sal que faltaba al animal en su embestida. El matador estuvo pulcro aprovechando los envites con cara a media altura y la faena no pasó a mayores. En cambio en el cuarto, un cinqueño con transmisión que salió con genio y rebrincado consiguió una faena vibrante a base de poderio, técnica, empaque no exento de emoción y estetica. ¿Son discutible las dos orejas concedidas cuando con el capote no quiso ver al toro?.
Manzanares tuvo en su primero a la tonta del bote del festejo. Flojo en toda su lidia, llega a la muleta con capacidad para aguantar algunas tandas a media altura. En este toro Manzanares saca a relucir el cite con el pico de la muleta, embarcando el toro muy desviado, para cargar la suerte cuando ya pasó medio animal. Eso no es maestro. La muleta plana y el toro embarcado en la bamba de la franela. Eso es torear y no la engañifa a que casi siempre nos acostumbra. El público se traga estos engaños y solicita una oreja facilona que el Sr. Teja concede.
En el quinto la cosa no fue igual. El toro manseó en capote, varas y banderillas. En la muleta siguió siendo manso y ahí surgio el Manzanares que queremos. Ante toro mirón y con arreones peligrosos, el torero de Alicante logra una faena plena de emoción y poder consiguiendo bellos muletazos que esta vez si eran rotundos y de verdad, como la oreja que le concedieron.
Cuando el toro medio muerto iba a ser apuntillado por Luis Blazquez, éste sufre un pitonazo en la cara, siendo retirado y asistido en la enfermería de heridas de consideración de las que afortunadamente se recuperará pronto.
Luque quiso quedarse con el invalido tercero y logicamente no era posible faena. Craso error de este torero y otros muchos el mantener en el ruedo toretes decaidos y flojos. Después que no se lamenten del nulo juego de sus toros. El sexto tenía ciertas dificultades en la muleta. Cabeceaba, probón y a veces gazapón. Para solventar estos problemas Daniel Luque necesita varios hervores. Así que la tarde fue positiva porque Juli y Manzanares se mostraron rotundos demostrando que están por encima de los demás como toreros. Entregados y con poder.

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