Archivo de Marzo, 2013

PLAZA DE TOROS DE SEVILLA. 31 DE MARZO DE 2013. TOROS DE GARCIGRANDE PARA MORANTE DE LA PUEBLA, EL JULI Y JOSÉ Mª. MANZANARES. JULI SE REIVINDICA EN SEVILLA CON BAILE DE CORRALES

Como en toda corrida que se precie en la que se anuncian estos “figuras” de hoy ya estamos acostumbrados a que en los reconocimientos previos se rechacen gran cantidad de toros por falta de trapío y el festejo de hoy no podía ser menos. Gran cantidad de astados no fueron aprobados y eso es una cosa que la Autoridad tendrá que clarificar. ¿Porque, de que sirve entonces reseñar toros en el campo si después una mayoría son rechazados? Pero a colación de lo anterior surge otra cuestión. Para qué tanta firmeza en el primer reconocimiento si después resulta que se aprueba un Parladé con trapío de plaza de segunda y cuatro “garcichicos” absolutamente sin cuajo, anovillados, pero eso sí con cara para tapar las otras carencias. Solamente el quinto de la tarde de nombre Tramposo, fue el único que salió de chiqueros sin trampa ni cartón como vulgarmente se dice, y mira por donde fue el toro del gran triunfo de un JULI muy entregado que recibió a sus dos toros a portagayola esta tarde en Sevilla.
Este toro cogió de malas maneras a NIÑO DE LEGANÉS en el primer par de banderillas y entonces sobrevino el desbarajuste y el miedo escénico, pues en el albero había un toro con poder, encastado y que para nada entraba en la maléfica definición que sobre estos animales se dice cuando son aborregados, que “se dejan”. El Presidente se contagia y cambia el tercio con tres palitroques.
JULI le plantó cara en el centro del anillo a pesar del fuerte viento y toda la faena de poder a poder consistió con las dos manos muy bajas llevarlo muy sometido embebido en la muleta y rematando con soberbios pases de pecho lentos, lentos. Antes nos obsequió con un quite de dos lances rematados con una media verónica de cártel.
Como la tarde iba con sones de triunfo nuestro benéfico Presidente Gabriel Fernández Rey le puso las dos orejas en sus manos para posibilitarle abrir la Puerta del Príncipe.
Antes en el segundo de la tarde ante un astado de comportamiento borreguil JULI estuvo sobrado de mando, con ese poderío que en las últimas temporadas viene reivindicando y por ello muchos en la grada que antes le negaban el pan y la sal hoy estaban con este torero.
Mención obligada para Álvaro Montes en la lidia de Tramposo.
MORANTE tuvo en el de Parladé un toro sin fuerzas, desganado, descastado y todos los “des” que se quiera. Ante semejante animalito optó por abreviar, pues la faena de aliño ya la tenía preconcebida al salir de principio con la espada de verdad. En el cuarto, otro toro a modo de la moda de hoy en día, o sea poca fuerza, aborregado y con varas simuladas como toda la tarde menos las de Tramposo, el maestro de la Puebla del Rio enjaretó muletazos sin temple, enganchados y con demasiadas dudas. Su labor sin pena ni gloria excepto los buenos lances con la capa al cuarto toro.
MANZANARES en el tercero, un toro que recibe también dos simuladas varas y que parecía un toro apático de poco fuelle, se viene arriba en banderillas y llega a la muleta con cierta calidad y repitiendo. El alicantino no se acopla y su toreo desviado y sin enjundia dice poco. En su descargo decir que el aire con rachas fuertes quizás influyera en su actuación.
En el indecente mal presentado sexto toro, que solo tenía cuernos, quizás influyera en MANZANARES la Puerta Grande de Juli y estuvo acelerado, descentrado y abusando más de la cuenta del pico y de ese toreo desviado al que le falta el poderío de JULI y la estética y el arte de MORANTE. Muchos pinchazos y dos avisos.
Mención especial para TRUJILLO en dos buenos pares con mucho poder y cuadrando en la cara del sexto de la tarde.

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MAS DE LO MISMO, CON TENDENCIA A PEOR

Recién iniciada la temporada, al aficionado le quedan pocas esperanzas para que el rumbo decadente de la tauromaquia que se inició años atrás pueda enderezarse. Los monopolios taurinos que manejan el entramado siguen empeñados en mantener unas estructuras que si bien les permite repartirse las escasas ganancias que genera aún este espectáculo, en nada se preocupan por regenerar el mismo, ni por conseguir atraer a más publico o por fabricar más aficionados.
La Fiesta Taurina cada año sigue arrojando más estadísticas negativas y esta crisis no es solo económica, sino que el verdadero problema se encuentra en la génesis del espectáculo al que cercenaron en emoción, riesgo y apartaron a su verdadero protagonista: EL TORO, de sus más genuinas virtudes para convertirlo en animal amable y semi-domesticado.
Así, las ferias se constituyen en dos partes, que los malditos portavoces jaleadores de esta situación, han bautizado como parte torista la una y torerista la otra.
A base de repetir este esquema, embaucan y dirigen la masa taurina hacía derroteros que denigra en primer lugar al toro encastado y después entronizan a los cinco o seis toreros que solamente se enfrentan al toro aborregado.
Esta tauromaquia al revés que nos quieren hacer tragar, resulta que sitúa el norte abajo y el sur arriba.
Mientras no se recupere la verdadera competencia entre quienes quieren ser verdaderos figuras y aquellos que aspiran a serlo, y todo ello ante ganado encastado, esto mal a funcionar.
Mientras muchos ganaderos se plieguen a las exigencias de criar el toro dócil y fácil que exigen estas presuntas figuras, la Fiesta seguirá en decadencia y después que no vengan los empresarios con prorrogar días para comprar abonos o con campañas publicitarias. El aficionado es mayor de edad y ya no pica en estos anzuelos. Que tiempos aquellos en los que conseguir un abono de barrera en Sevilla era poco menos que imposible y hoy se encuentran en taquilla o sencillamente el aficionado compra entradas sueltas, harto ya de tanto engaño.
Con este negro panorama que los taurinos se han encargado en seguir maltratando, queda por referir una parte, la cual no es menos importante, y que no es otra que aquella en la cual recae la responsabilidad de velar por el fomento y la integridad, y es aquí donde los aficionados tenemos la obligación legítima de exigir que cumplan con su principal misión de defender la Fiesta y a quien la consume, rechazando de plano aquellas tesis de los taurinos para continuar con más de lo mismo. La mal llamada Autoridad, que ampara antes al taurino que al aficionado, no quiere, no sabe o no puede en la medida de sus competencias reglamentarias poner las cosas en su sitio y hacerse cargo de la situación. Prefiere la táctica del avestruz y los mejores problemas son los que niega su existencia.
Ante el inicio en Sevilla de la temporada, que nadie espere algo distinto a las temporadas anteriores, y en base a ello seguiremos asistiendo a faenas anodinas ante el toro anovillado, ausencia de suerte de varas, toreo sin cargar la suerte, carente de emoción y orejas devaluadas.
Sevilla, 19 de marzo de 2013

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