SEVILLA, 19 DE ABRIL DE 2023. TOROS DE SANTIAGO DOMECQ PARA JOSÉ GARRIDO, ÁLVARO LORENZO Y ALFONSO CADAVAL. FIRMEZA Y ATAQUE


Firmeza y ataque han sido las actitudes de los toreros que hoy pedían los astados de Santiago Domecq. Ha sido un encierro mal presentado. Una vez más toros de segunda en una Maestranza de segunda categoría. Caras lavadas por no decir otra cosa, pitones escobillados y hasta un toro que se partió un pitón en el primer derrote siguió lidiándose en el ruedo por un mal presidente no robotizado, cosa que no quiere el consejero Señor Sanz que sean sus presidentes y tiene toda la razón, nosotros los aficionados tampoco. Los aficionados queremos simple y llanamente que los presidentes cumplan el reglamento con todo rigor y que Sevilla regrese a ese puesto de primera categoría que sus presidentes no robotizados han contribuido y mucho para que la Maestranza sea una plaza del montón.
Interesante y variado fue el comportamiento durante la lidia de los toros de esta tarde. Hubo toros como primero y segundo a los que había que atacar para arrancarles la emoción que carecían. Hubo otro toro, el tercero, con el que había de estar muy firme, muy bien colocado y muy quieto para que esa supuesta faena grande se produjera y no se produjo. Otro toro, el cuarto que pedía las dos cosas, firmeza y ataque. El quinto también encastado embestía con clase. El último de la tarde fue el peor del encierro, soso, parado, quizás la voltereta jugó en su contra.
Garrido derrochó voluntad, muchos pases, pero buenos casi ninguno.
Lorenzo en su primero estaba como dormido y sin sacar el hacha de guerra su labor aburría. Sin embargo en el quinto desenfundó el hacha de guerra y en una faena irregular mezcló buenos muletazos por los dos pitones con otros de menos calidad pues faltaba colocación y sobraban enganchones. Mató de media estocada caída y atravesada que bastó y ese presidente no robotizado concedió una generosa oreja.
Cadaval no pudo con el tercero. Un toro que repetía y repetía con casta, fiereza y mucha transmisión y eso en la tauromaquia actual no se estila. Estuvo a merced del toro toda la faena.
Con el sexto, flojo y soso que tenía pocos pases tampoco pudo sacar nada de un pozo sin agua.
Dejamos para el final al presidente no robotizado Sr. Luque Teruel, que aprobó una corrida para nada cabeza de camada, pitones más que sospechosos de dios sabe qué y permitiendo lidiar un toro carente de integridad física al romperse un pitón nada más salir al ruedo.
Destacar el buen trabajo de Raúl Ruíz y Curro Javier, lidiando y pareando, así como de José Chacón.

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